viernes, 19 de diciembre de 2008

Dos voces, un poema

Dos voces, un poema

Me encuentro dormida y de repente una voz que nace de mi corazón me despierta y me pide que tome el lapicero y escriba un poema (en ese momento no sabía que iba a escribir). Mis manos fueron moviéndose a un ritmo suave e intenso. Sentí que eran dos manos las que escribían; la mía y la de otra persona. Jamás lo podré comprobar, pero lo que uno siente es tan real que a veces no importa si no se ve.

Sé que en algún lugar hay alguien igual a mí. En realidad, vale decir, parecido a mí...

¡Son palabras tan simples que dicen tanta verdad! Las personas nos complicamos tanto a veces cuando las respuestas y las preguntas son también tan simples.

Aquí va...

Tómame
ámame
llévame
piso 17.
Tu camino
no es más un desvío
tu sonrisa
mi libertad.
Entrelazados
no hay más de que hablar
sientes
y yo bailo.
Varios pasos
adelante
arriba
piso 18.
Templo de oro
dibujas con un lápiz
el lienzo, yo
mágica creación.
Todo el oro
vida infinita
danza de lobos
vuelo de sirenas.



Karina Esther

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